Las refinerías operan apenas al 17% de su capacidad y crece el riesgo de alza en precios al consumidor. La producción de combustibles en Ecuador atraviesa una de sus peores crisis. El pasado 13 de julio de 2025, las tres principales refinerías del país —Esmeraldas, La Libertad y Shushufindi— procesaron solo 30.807 barriles de crudo, pese a tener una capacidad conjunta de 175.000 barriles diarios. Es decir, apenas el 17,6% de su potencial operativo.

El golpe más fuerte lo ha dado la Refinería Esmeraldas, la más grande del país, que se mantiene fuera de operación desde el 26 de mayo tras un incendio. Su reactivación está prevista, de forma progresiva, a partir del 22 de julio.
Este parón ha generado una fuerte caída en la producción de derivados:
Gasolina: sin producción actual en Esmeraldas.
Diésel: caída del 70%.
Gas doméstico (GLP): reducción cercana al 90%.


¿Subirá el precio del gas doméstico?
Expertos advierten que sí hay un riesgo real de incremento de precios si la producción no se recupera en el corto plazo. La menor oferta nacional obliga al país a aumentar las importaciones, lo que genera costos adicionales que podrían trasladarse a los consumidores, especialmente en productos básicos como el gas de uso doméstico.

Urge la recuperación de la infraestructura
La normalización del funcionamiento de las refinerías es crucial para garantizar el abastecimiento nacional y evitar una presión mayor sobre los precios. De no estabilizarse la situación, Ecuador podría enfrentar una crisis energética con impacto directo en los hogares y sectores productivos.
