Jipijapa, Manabí
La violencia no da tregua en la provincia de Manabí. La tarde de este viernes 30 de mayo, un nuevo hecho sangriento estremeció al cantón Jipijapa, cuando un joven fue brutalmente asesinado mientras se encontraba dentro de su vehículo estacionado cerca de una lubricadora, en el sector del bypass, justo frente a una gasolinera.
La víctima fue identificada como Anthony Rafael Arteaga Cedeño, de 23 años de edad, quien según los primeros reportes, fue atacado por sujetos armados que se movilizaban en un vehículo blanco de alta gama.
De acuerdo con versiones de testigos presenciales, el automotor en el que se encontraba Arteaga fue interceptado por los agresores, quienes lo rodearon y, sin mediar palabra, abrieron fuego en múltiples ocasiones. El joven no tuvo posibilidad de escapar ni de defenderse. Los atacantes ejecutaron el crimen con total frialdad y se dieron a la fuga inmediatamente después del atentado.
Minutos más tarde, unidades de la Policía Nacional llegaron al sitio para acordonar la escena del crimen y proceder con el levantamiento de los indicios balísticos. Además, se iniciaron las pericias correspondientes para recabar evidencias y avanzar en la identificación de los autores materiales e intelectuales del hecho.
El cadáver de Arteaga fue trasladado al Centro Forense de Manta para la autopsia de ley. Mientras tanto, agentes de la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestros (Dinased) han asumido la investigación del caso, que por sus características ha sido tipificado como un presunto sicariato.
Las autoridades aún no han confirmado si el crimen guarda relación con actividades delictivas o si la víctima había recibido amenazas previas. En tanto, familiares y allegados claman justicia y piden celeridad en las investigaciones.
Este nuevo hecho de sangre se suma a la creciente ola de violencia que azota a la provincia de Manabí, una de las más afectadas por el auge del crimen organizado en los últimos meses. Las cifras de muertes violentas han ido en aumento, generando zozobra en la ciudadanía y poniendo a prueba la capacidad de respuesta de las fuerzas del orden.